Por Leticia Garnica Baselga (Licenciada en Ciencia y Tecnología de los Alimentos y Nutricionista)
En verano, debemos tener especial cuidado con la deshidratación en los niños, ya que no son conscientes de sus necesidades y, en el caso de los bebés, no pueden expresarlas claramente.
Los niños pequeños tienen una mayor proporción de agua en su organismo que los mayores, pero tienen menos regulado su equilibrio siendo más sensibles a la deshidratación.
Además, les cuesta mucho más mantener su temperatura corporal en 36.5, que suele ser lo normal, dado que su mecanismo de regulación está menos maduro y son más sensibles a los golpes de calor.
¿Cómo evitar que se deshidraten los más pequeños de la casa?
Si el niño es lactante todavía, en caso de lactancia materna, debemos aumentar las tomas a demanda para ayudar a la hidratación y, si lo es de fórmula, poner mayor cantidad de agua al biberón, manteniendo la cantidad de leche.
En el caso de los bebés que ya ingieren agua como tal, es recomendable ofrecerle agua pero tampoco forzarle a ingerir todo el tiempo.
Para niños mayores de 1 año, es importante en verano estar pendientes de que ingieren suficiente líquido. Siempre es mejor ofrecerles agua, que les va a hidratar más y les acostumbramos a beber agua, en lugar de bebidas gaseosas que se pueden ofrecer más esporádicamente. Asímismo es importante aumentar la presencia de frutas y verduras, ya que van a ayudarle a mantener una correcta hidratación.
De igual manera en ambos casos tanto de bebés y niños es muy importante mantener la piel hidratada y para ello es importante poner bien de crema y así mantener la humedad mediante la película que forma.
Trucos para mantener una correcta hidratación
– Ofrecerles zumos de fruta naturales, ya sea en desayuno o bien entre horas,
– Tener siempre a mano fruta fresca: melón, sandía, piña. Como son refrescantes, pueden ser sustitutivo de los helados, que de vez en cuando están bien pero no se debe abusar,
– Muchas veces buscan helados y una buena forma de dárselos es, por ejemplo, metiendo los yogures en el congelador. Incluso se pueden hacer conn licuados o batidos y así ellos “fabrican” sus propios polos.
– Darles sopas y cremas frías (es líquido, hidrata y aporta vitaminas): gazpacho, crema de calabacín, crema de melón, etc.
Lo más importante de todo, es que beban mucho líquido, que no realicen actividades bajo el sol ni se expongan en las horas centrales del día al sol, y que tomen cuanta más fruta mejor, que les va a ayudar a hidratarse de forma sabrosa, colorida y alimenticia.