Hace tiempo que queríamos estrenar una sección en el blog sobre la familia Cocholate, aunque nunca pensé que fuera con un post así. Algunos ya sabéis que detrás de Cocholate estamos Pedro y Emma, padres de múltiples, Inés y Ginebra, hasta que el pequeño Tomás decidió convertir la familia en numerosa.
El domingo celebramos el cuarto cumpleaños de I&G. Llevaba meses pensando hacer una fiesta temática, decorada preciosa con tarjetones con las meriendas, guirnaldas con el nombre y todas las cosas maravillosas que se ven últimamente en muchas fiestas, pero Inés quería la fiesta de Spiderman y Ginebra de una princesa pirata, así que no terminaba de definirlo y los días iban pasando, así que la invitación la hicimos tarde y más que temática acabó siendo una foto de este verano en la que por casualidad una enseñaba dos dedos y la otra cuatro y nos vino al pelo…
Si la invitación llegó tarde, os podéis imaginar que el resto de la temática de la fiesta no llegó, sino que el sábado a las 11 de la noche empezaba a hacer un brownie que sirviera de tarta para la fiesta y cruzaba los dedos para que los santos animadores que venían a cuidar de los pequeños no pusieran pegas a lidiar con 25-30 niños. Me fui a la cama con cierto complejo de dejada, de ese que nos invade a las madres cuando la larga lista de cosas por hacer no deja de crecer pero ya no hay manera que las persianitas de los ojos se queden abiertas.
De la fiesta he de decir que me quedo con la cara de ilusión de las niñas. No sé muy bien como empezó a crecer el número de niños pero en mis cálculos salían 30 y dejé de contar cuando superaron la cuarentena, pero es que solo de ver lo bien que se lo pasaban con todos los juegos que les hicieron Esther y Quino de tilíntelón, [email protected], mereció la pena. Ellos, lejos de asustarse con tanto niño, consiguieron que no nos diéramos cuenta de que estaban, teatro, carreras, búsqueda de tesoros, circuitos, bailes y risas fueron la decoración de la fiesta… Casi hubo que insistir para que vinieran a merendar y eso que la merienda era a base de chuches y gusanitos y algún que otro sandwich. 😉 Eso si, el brownie desapareció…
¡Felicidades princesas!… y piratas!