Mi bebé no deja de llorar. Y hay que decir que no hay nada más desesperante que el llanto de un bebé. Nos ponemos muy nerviosos al pensar que le pasa algo. No sabemos el qué o nos sentimos capaces de hacer nada. Vamos a intentar ponernos en situación y ver qué podemos hacer cuando nuestro bebé llora y llora y no conseguimos calmarle.
Conservar la calma
Lo primero que tenemos que hacer es estar tranquilos. Si el pequeño, que no deja de llorar, nota que nos estamos poniendo nerviosos o que estamos perdiendo la paciencia él/ella hará lo mismo, notará que no controlamos la situación. Le estaremos transmitiendo sensación de miedo.
Cuando esté llorando mucho, lo primero que tenemos que hacer es conseguir que pare. ¡Qué fácil, eh! No, de verdad. Hay veces que ha cogido “tal carrerilla” que no deja de llorar porque no sabe cómo y necesita que les ayudemos. Si son bebés de apenas unos meses los podemos coger, dar besos, lavarles un poco la carita… Que noten que estamos ahí y que no pasa nada malo.
Posibles causas
Es muy común que este tipo de llantos se den en bebés que tienen cólicos, por lo que tenemos que intentar aliviarles. ¿Cómo podemos hacerlo? Como bien sabemos es muy pero que muy importante sacarles bien los gases. Hay que tener mucha paciencia porque no todos los bebés eructan en 2 minutos.
Algunos incluso, hasta un buen rato después de la toma, es cuando empiezan a sentirse mal. Es entonces cuando lloran y no pensamos que pueda ser porque tienen un aire. Las palmaditas en la espalda son lo típico que todos hemos visto hacer. Yo tengo un pequeño truco: en lugar de darles golpecitos con la palma de la mano vamos a hacerlo con la yema de los dedos, de abajo a arriba. De esta forma, les ayudamos a que el aire “suba” y no se les quede atascado. Generalmente lo hacemos con nuestro bebé al hombro, pero también podemos sentarle en nuestras rodillas y hacerlo sujetándole la cabecita por delante.
A pesar de sacarles los gases, nuestros pequeños pueden tener cólicos. Eso no significa que lo estemos haciendo mal y no debemos ponernos nerviosos.
Algunos consejos
¿Qué hacemos cuando empieza el llanto desconsolado a pesar de haberles sacado los gases? Vamos a intentar dar unas pautas:
- Suele ser porque les duele la tripita. Así que, una postura en la que estén “encogiditos” es la ideal. Podemos sentarnos en el sofá con los pies en la mesa y echar al bebé en nuestras piernas y llevar sus piernecitas al pecho. Le aliviará.
- También podemos darle un masaje en las piernas y en la tripita y, aunque parezca mentira, funciona mejor el masaje en las piernecitas. Le tumbamos boca arriba y cogemos su muslito, lo moldeamos con si fuera una escultura, con las dos manos, hasta llegar al pie que también lo masajeamos. Hacemos lo mismo con la otra pierna.
- Si está llorando mucho es muy posible que no nos permita hacer ninguna de las dos cosas así que le cogemos, nos lo “echamos al hombro” o le buscamos una postura cómoda e intentamos estar tranquilos, no olvidemos que cuanto más nerviosos estemos más nervioso se pondrá nuestro bebé.
- También es muy bueno y les suele tranquilizar bastante, que les demos un masaje en la carita. Después de haber llorado los músculos de la cara se les quedan agarrotados y no son capaces de relajarse. Si les ayudamos a hacerlo conciliarán el sueño casi sin problemas.
Esperamos que este post os haya servido de ayuda y sepáis un poco más el por qué vuestro bebé no deja de llorar. Si en lugar d bebé ya ha está un poco más crecido, os dejamos este interesante post sobre las rabietas.